La presente
reflexión versa sobre la percepción del
fenómeno de la corrupción política en los países que integran la Unión Europea.
A partir del artículo elaborado por el Profesor Rafael Vázquez García, expondré
un análisis, entorno a los datos que se plasman en el artículo proporcionado por el propio profesor, además del porqué
se producen diferentes percepciones acerca de la corrupción en los países del
ente europeo y cuáles son las variables explicativas desde la óptica de la
ciencia política.
El halo de la
corrupción se ha manifestado, en sus diversas vertientes y formas a lo largo de
la historia de las organizaciones políticas. Por lo pronto, podemos afirmar que
el fenómeno de la corruptela, en mayor o en menor intensidad, ha sido un hecho
inherente al propio individuo como integrante de la comunidad política.
El hecho de la
“corrupción contemporánea”, se despliega por las democracias del continente
europeo, desde la segunda mitad del siglo XX.
Este hecho, incide directamente en los aspectos de la vida de la
ciudadanía, haciendo hincapié en la desafección de los propios ciudadanos ante
la actividad política.
Entorno
al fenómeno de la corrupción podemos establecer dos bloques claramente diferenciados,
por la percepción de la ciudadanía en los diferentes países. El rasgo
diferenciador estriba, en buena medida, en la madurez del sistema democrático
de los Estados y, siendo un factor principal a la hora de entender el porqué de la importancia de la corrupción.
Utilizando
los datos que proporciona el barómetro de Transparency International con fecha
de diciembre del 2004, podemos apreciar que los Estados que se enmarcan dentro
de la llamada Europa occidental la visión de la ciudadanía ante la corrupción
es más negativa respecto a la llamada pequeña corrupción, entendida esta como
la corrupción dada a nivel local.
Por
el contrario, los países localizados en el este del continente, la percepción
de la pequeña corrupción y la gran corrupción se perciben como un hecho de
marcado carácter negativo por parte de la ciudadanía de países como, Albania,
Polonia o Lituania entre otros.
La
corrupción trae consigo determinados problemas que merecen ser abordados, por
ejemplo, la variable del desempleo se asocia a la corrupción, es decir, podemos
apreciar que si un determinado país, se producen altos índices de desempleo,
este hecho se relaciona con casos de corrupción.
Este
hecho se explica desde la percepción de la población dado que en países donde
el desempleo es visto como una situación negativa se correlaciona con
prácticamente los mismos índices en relación a la corrupción.
Avanzando
en la reflexión, debemos cuestionarnos cuales son las causas por las que la
ciudadanía muestra niveles considerables a la desafección política y, que
incidencia posee la corrupción en el escenario de la vida política. Ante esta
situación, podemos establecer dos marcos analíticos diferenciados. Por un lado,
aquellos países donde la democracia se halla en un proceso de madurez. Y
aquellos, donde el sistema democrático, es un hecho consolidado. Es necesario
realizar esta distinción, puesto que, los resultados que vierte la opinión
pública son diferentes.
Por
tanto, podemos argumentar que tanto, partidos políticos, los “profesionales de la política”, el poder
legislativo y el poder judicial, son percibidos por la opinión pública como los
factores clave a la hora de establecer la relación desafección
política-corrupción.
Resulta
paradójico el hecho de que los Partidos Políticos sean vistos por la opinión
pública, como medio canalizador de las demandas de la sociedad y sea uno de los
pilares base donde se asienta el sistema democrático, y a la vez sea el
principal factor clave para entender la desafección política y corrupción,
puesto que estas instituciones son elevadas como el principal ente con tintes
de corrupción en sus entrañas internas.
Otra
variable que podemos incluir en la relación que hemos establecido es las
prácticas de la Administración pública. Se alza como otro factor explicativo de
la llamada corrupción, dado que la sociedad muestra que el gigante burocrático,
en ocasiones ha empleado mala artes en la misión de servicio público. Este
hecho se produce principalmente en los países mediterráneos donde el sector
público, ha expandido sus tentáculos por todas las instituciones del Estado.
Existen
estudios que demuestran que a mayor presencia del sector público en el Estado,
los casos de corrupción son más elevados en comparación con países donde el
sector público es menos predominante.
Cabe
destacar que los casos de corrupción producen directamente en al ámbito de la
política un efecto negativo, en buena medida, debido a los casos que salen a la
luz pública proceden desde el ámbito político.
A
modo de conclusión podemos establecer varias ideas generales entorno al texto.
En primer lugar, el consolida miento de las democracias juega un papel clave a
la hora de entender la corrupción. Hemos visto que en los países donde la
democracia es joven, la percepción de la corrupción en la vida política es
mayor.
José Antonio Zújar Chaves.
Sevilla, enero de 2011.
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